El Obelisco de Buenos Aires es, sin duda, uno de los símbolos más reconocidos de la ciudad. Inaugurado en 1936, este imponente monumento se erige en la intersección de la Avenida Corrientes y la Avenida 9 de Julio, en el corazón de la Plaza de la República. Con sus 67.5 metros de altura, el Obelisco no solo domina el horizonte porteño, sino que también encapsula el espíritu y la historia de Buenos Aires.
Como punto de referencia central, el Obelisco ha sido testigo de innumerables eventos históricos, celebraciones y manifestaciones. Su presencia majestuosa y su relevancia cultural lo convierten en una atracción turística imprescindible para quienes visitan la ciudad. Más allá de su impresionante estructura, el Obelisco representa la resiliencia y la identidad de Buenos Aires, consolidándose como un monumento histórico de gran importancia.
Antecedentes Históricos del Obelisco
El Obelisco de Buenos Aires fue erigido con un propósito muy específico: conmemorar el 400º aniversario de la primera fundación de la ciudad por Pedro de Mendoza. Este monumento se construyó para reemplazar el histórico templo parroquial San Nicolás de Bari, que había sido un símbolo importante a nivel barrial. La decisión de construir el Obelisco fue parte de un ambicioso plan de modernización urbana.
La construcción del Obelisco comenzó el 20 de marzo de 1936 y se completó en tiempo récord, en solo dos meses. Fue inaugurado oficialmente el 23 de mayo de 1936. Este proyecto fue impulsado por el entonces intendente de Buenos Aires, Mariano de Vedia y Mitre, durante la presidencia de Agustín Pedro Justo. La idea de erigir un monumento en honor al cuadrigentésimo aniversario de la ciudad surgió del secretario de Hacienda, Atilio Dell’ Oro.
El diseño del Obelisco estuvo a cargo del arquitecto Alberto Prebisch, uno de los principales exponentes del modernismo argentino. Prebisch concibió el Obelisco como un símbolo de la modernidad y la progresión de Buenos Aires, alineado con los cambios que se estaban realizando en la ciudad, como el ensanchamiento de la Avenida Corrientes y la apertura de la Avenida 9 de Julio. La construcción fue llevada a cabo por la empresa alemana GEOPE, y contó con la participación de 157 obreros, aunque lamentablemente, uno de ellos, José Cosentino, perdió la vida durante el proceso.
Significado y Controversias
El Obelisco de Buenos Aires no solo es un hito arquitectónico, sino que también juega un papel crucial en la conmemoración de la rica historia de la ciudad. Este monumento simboliza varios eventos históricos significativos, como el 400º aniversario de la primera fundación de Buenos Aires, la primera vez que se izó la bandera argentina en 1812, la proclamación de Buenos Aires como la Capital Federal del país, y la segunda fundación de la ciudad por Juan de Garay.
La construcción del Obelisco en 1936 no estuvo exenta de controversias. Su edificación implicó la demolición del histórico templo parroquial San Nicolás de Bari, un monumento de gran valor simbólico e histórico para muchos porteños. Este templo no solo fue el lugar donde se bautizaron figuras importantes de la historia argentina como Mariano Moreno y Manuel Dorrego, sino también el sitio donde se izó por primera vez la bandera argentina. La sustitución de la iglesia generó un intenso debate entre los partidarios de la modernización de la ciudad y los sectores más tradicionalistas, quienes vieron la demolición como una pérdida irreparable.
En 1939, apenas tres años después de su inauguración, el Obelisco enfrentó un intento de demolición. Algunos miembros del Concejo Deliberante de Buenos Aires argumentaron razones de seguridad, estéticas y económicas para justificar su eliminación. De hecho, la votación resultó en 23 votos a favor de la demolición y solo uno en contra. Sin embargo, la intervención del presidente Roberto Marcelino Ortiz fue crucial para salvar el Obelisco. Ortiz argumentó que el Obelisco era un monumento importante que conmemoraba eventos históricos significativos para la ciudad. Finalmente, el intendente Arturo Goyeneche vetó la ordenanza de demolición, y el Obelisco fue preservado.
La estructura original del Obelisco, revestida en piedra, fue reemplazada por mampostería debido a los problemas estructurales que surgieron poco después de su construcción. A pesar de estos desafíos, el Obelisco ha perdurado como el principal símbolo representativo de Buenos Aires, similar a la Torre Eiffel en París o la Estatua de la Libertad en Nueva York. Su significación cultural y su rol como punto de encuentro y celebración para los porteños lo han consolidado como un emblema perdurable de la ciudad.
Visitar el Obelisco Hoy en Día
El Obelisco se encuentra estratégicamente ubicado en la intersección de la Avenida Corrientes y la Avenida 9 de Julio, en la Plaza de la República, en el corazón de Buenos Aires. Esta ubicación céntrica lo hace fácilmente accesible desde cualquier punto de la ciudad, ya sea a pie, en transporte público o en taxi. La estación de metro más cercana es Carlos Pellegrini (Línea B), y también se puede llegar mediante diversas líneas de autobuses que circulan por las avenidas principales.
Para aquellos interesados en explorar el interior del Obelisco, es importante saber que, aunque no siempre está abierto al público, ocasionalmente se organizan visitas guiadas. Dentro del Obelisco, una escalera marinera de 206 escalones y 7 descansos lleva a los visitantes hasta la cúspide, donde se encuentra un mirador con cuatro ventanas que ofrecen una vista panorámica impresionante de Buenos Aires. Desde aquí, se pueden apreciar algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad, como el Teatro Colón, el Palacio Barolo y el Congreso Nacional.
La zona que rodea al Obelisco está repleta de atracciones y actividades que los turistas pueden disfrutar. A pocos pasos de distancia se encuentra la Avenida Corrientes, famosa por sus teatros, librerías y cafés. Esta avenida es conocida como «la calle que nunca duerme» debido a su vibrante vida nocturna y su oferta cultural. También cerca del Obelisco está la Avenida 9 de Julio, una de las avenidas más anchas del mundo, donde se puede visitar el Teatro Colón, uno de los teatros de ópera más importantes del mundo.
Otros puntos de interés en los alrededores incluyen el Café Tortoni, un histórico café fundado en 1858 que ofrece un ambiente acogedor y actuaciones de tango en vivo. Para los amantes de las compras, la Galerías Pacífico, ubicada a pocos minutos del Obelisco, es un centro comercial de lujo que combina tiendas de alta gama con arte y arquitectura impresionantes.
